‘UWC es una experiencia transformadora’

Lo prometido es deuda y llega, por fin, la primera entrevista a uno de nuestros exalumnos de Colegios del Mundo Unido. Hace una semana tuvimos un rato para charlar con Quique Rodríguez (22, Almería) sobre su experiencia en UWC Maastricht en la convocatoria 2012-2014 y esto fue lo que nos contó.

-Estudiar en UWC es una experiencia transformadora-

P: Quique, ¿cómo conociste UWC?

R: Fue a través de la prensa almeriense. Mi padre vio un artículo sobre la experiencia de Azahara, la primera antigua alumna de Almería en Colegios del Mundo Unido y pensó que me podía interesar.

P: ¿Por qué decidiste presentarte?

R: Cuando vi el artículo que me enseñó mi padre y leí en qué consistía Colegios del Mundo Unido, supe que era lo que estaba buscando. Yo en ese momento ya sabía que quería ser diplomático y como había pasado toda mi vida en Almería, sentía que se me quedaba pequeña. Tenía muchas ganas de salir, estudiar con gente de otros países, estudiar otros idiomas… tenía esa ambición de salir a explorar. UWC era la oportunidad perfecta y lo tuve claro desde el primer momento. Notaba que en el ambiente en el que estaba todo el mundo pensaba de forma muy parecida y yo, aunque era feliz en ese ambiente, echaba en falta ese puntito que luego conseguí.

Mandé mi solicitud cuando estaba en 4º E.S.O., y justo ese fue el primer año que la Fundación Eduarda Justo dio becas a almerienses. Estuve en la entrevista de Almería y llegué a la fase final de Madrid pero no conseguí la beca.

Al principio me desilusioné, pero decidí volverlo a intentar al año siguiente y lo conseguí. Ese año justo la Fundación Eduarda Justo no dio becas pero yo conseguí una del cupo general.

P: ¿Cómo fue el proceso de selección?

R: Fue un proceso relativamente largo porque había varias pruebas y también bastante intenso. La primera parte, la de la solicitud, la trabajé mucho y le dediqué bastante tiempo. La fase final la disfruté mucho, sobretodo el primer año, aunque no consiguiera la beca. Conocí a gente que se parecía más a mí, con las mismas ambiciones e inquietudes.

P: ¿Dónde estabas cuándo te dijeron que estabas seleccionado?

R: Era el día de mi cumpleaños, cumplía 17 años, y estaba comiendo con mi novia en la Tagliatella. Justo me llamó Berta y se hizo de rogar… Me preguntó varias cosas, me felicitó por mi cumpleaños y al final me dijo que sí, que lo había conseguido. 

P: ¿Qué pensaste en ese momento?

R: No sabría como describirlo, mucha emoción. Yo del proceso de selección me había ido con buenas sensaciones el segundo año. Obviamente, no lo daba por hecho, pero sí tenía esa sensación. Fue muy emocionante.

principio uwc

Los inicios en UWC Maastricht. Quique Rodríguez.

P: ¿Cómo fueron los días previos a tu marcha?

R: Ese verano lo pasé con mi familia y mi novia. Al principio, creía que lo tenía todo muy preparado pero no sabía si realmente estaba preparado. También tenía muchas expectativas, ya que había escuchado las experiencias de otros exalumnos, había visto fotos y vídeos del colegio… Tenía muchas ganas de vivir la experiencia pero estaba inquieto por saber qué iba a pasar.

P: Finalmente, llegó el día de partir… ¿cómo fue?

R: Ese día salía desde Málaga y tenía sensaciones muy extremas: por un lado,  tenía muchas ganas de irme, pero también me daba mucha pena dejar a mi familia atrás. El momento de despedirte es duro, por muy maduro que puedas ser o por muchas ganas que tengas de irte, te estás yendo de casa y la mayoría de los que nos vamos, no volvemos.

Cuando llegué al aeropuerto de Maastricht, vinieron dos chicas del colegio a recogerme y llevarme hasta el colegio. Allí ya empecé a conocer a la gente y fue todo diferente.

P: ¿Cómo fueron tus primeros días en el colegio?

R: No fueron fáciles. Mi nivel de inglés no era muy bueno. Yo pensaba que tenía un nivel mejor, pero cuando llegué me di cuenta de que estaba muy por detrás en comparación a la mayoría de la gente. No solo me costaba seguir las clases, también conocer a la gente. Era muy frustrante el poder querer decir algo y no ser capaz por la barrera del idioma.

También me resfrié y también me rompí la paleta el tercer día de colegio… fue un principio complicado.

Había muchas cosas diferentes, por ejemplo, en el colegio cenábamos a las 17.30 o 18.00 de la tarde, el tiempo era muy malo (llovía todos los días)… Pero luego uno se acostumbra y se integra y todo cambia.

P: ¿Cómo era el colegio?

R: Mi generación fue la tercera en el colegio. Tuvimos mucha suerte porque vivimos dos experiencias muy diferentes el primer y el segundo año. En el primer año estuvimos en un campus temporal, teníamos una residencia en el centro de la ciudad y compartíamos el centro escolar con una escuela holandesa.  

Todos los días teníamos que desplazarnos hasta el colegio en bicicleta. Tardábamos 20 minutos de esta forma y 45 minutos andando. Ese invierno fue muy duro porque llovía y nevaba. En ese momento, el colegio estaba en construcción porque pasó de ser un colegio internacional a ser un Colegio del Mundo Unido. Había muchos profesores que no tenían ese espíritu de UWC y, en ese sentido, los estudiantes teníamos un gran papel para contribuir, construir y modelar las reglas y los principios del colegio.

El segundo año nos mudamos al campus oficial que ya tenía la escuela y la residencia en el mismo sitio.  Fuimos la primera generación en estrenar el colegio tal y como lo conocemos ahora. 

Por otra parte, UWC Maastricht es el único colegio que tiene un programa de emprendimiento social propio. Cuando yo estaba allí, forme parte de una incubadora de emprendimiento social junto a emprendedores sociales externos al colegio, algo que fue la base de lo que hoy es el programa de emprendimiento social.

 

Vídeo promocional de UWC Maastricht. 

P: ¿Y tus profesores?

R: Una de las expectativas que tenía antes de ir a UWC era que la relación con los profesores era muy distinta de la que tenemos en España. Me imaginaba una relación más cercana y una metodología diferente, más participativa y menos de memorizar.

Sin embargo, había algunos profesores que no se sentían parte de este movimiento porque venían de un sistema diferente y no se involucraban en la vida del colegio.

Otros profesores fueron fantásticos. Me acuerdo de mi profesora de lengua española, que era como una segunda madre del grupo y organizaba actividades, te ayudaba con muchas cosas, te invitaba a su casa… Se preocupaba mucho por nosotros. Mi profesor de filosofía, que venía de Harvard, también nos enseñó muchísimo y nos motivaba constantemente.  

P: ¿Cómo era la metodología de las clases?

R: La metodología de las clases me costó. Yo estaba acostumbrado a que se me diera muy bien el colegio y llegué a un sistema que era muy distinto, era participativo, de trabajo en grupo, menos de memorizar… Era un sistema al que yo no estaba acostumbrado y era muy competitivo, pero no en un mal sentido, sino que en UWC los estudiantes están muy preparados, es gente que sobresale y, claro, tu estás acostumbrado a ser el que sobresale en tu colegio… Pasé de ser uno de los mejores estudiantes de mi colegio a que me costara aprobar: en UWC estaba en el límite entre el aprobado y el suspenso.

Definitivamente, tienes que cambiar el chip y siempre me alegraré de haber tenido esta experiencia que luego me hizo ser mejor estudiante de lo que hubiera podido ser.

Vídeo para el Día Mundial de la Paz. 

P: ¿Cómo eran tus compañeros?

R: A nivel humano, creo las relaciones con los compañeros son lo mejor de la experiencia. La gente que va a UWC, aunque sea muy diferente en su forma de pensar, tiene una serie de patrones comunes: inquietudes intelectuales, inquietudes culturales… Son gente que tiene muchos intereses y, además, son muy activos dentro de su comunidad.

Las relaciones de amistad y las relaciones personales son muy intensas porque no solo estudias con la gente, sino que pasas 24 horas al día con tus compañeros. El concepto de privacidad e individualismo desaparece cuando vives en una habitación con cuatro personas, compartes baño con ocho y planta con treinta.

Pasas con ellos momentos de todo tipo, desde que tu compañero de habitación entra a la universidad a la que siempre había querido ir hasta la muerte de su padre. Estas situaciones ocurren y hacen que te unas mucho a la gente.

Mis mejores amigos de hoy en día, a pesar de que tenía muy buenos amigos en Almería y he hecho buenos amigos en la universidad, son de UWC. Son relaciones muy muy fuertes.

Vídeo sobre la diversidad del español para la Semana Cultural Latinoamericana. 

P: ¿Cómo definirías la experiencia?

R: Es una experiencia transformadora y que te cambia la vida.  Al principio no me di cuenta pero, al pasar los años, he visto que mi vida es completamente diferente a como hubiera sido si no hubiera ido a los UWC. El tipo de gente con la que me relacioné, el tipo de ambiente en el que me muevo cada día, el hecho de hablar en varios idiomas, el tipo de oportunidades a las que he tenido acceso y las experiencias que he podido vivir después de haber pasado por UWC son completamente diferentes.

graduación

¡El momento de la graduación! Quique Rodríguez.

P: ¿Lo mejor?

R: El desarrollo personal y el grado de relaciones de amistad que puedes llegar a tener con gente que es capaz de aportarte tanto.

P: ¿Lo peor?

R: Lo más duro es la fase de adaptación y cuando chocan las expectativas con la realidad. Creo que es una experiencia difícil y es una aventura enriquecedora pero nada fácil. No cambiaría nada de la experiencia, he vivido momentos duros pero esos momentos formaron parte de toda la experiencia. Tener que cambiar el chip totalmente es duro.

 P: ¿Quién eres ahora?

R: Estudio Derecho Comparado en IE University en Madrid y estoy en mi último año. Ahora estoy haciendo un intercambio en Sciences Po en Reims (Francia) y también estoy haciendo mi Trabajo Fin de Grado sobre el proceso de paz en Colombia. En el futuro, quiero ser diplomático y prepararme las oposiciones. También me gustaría hacer algún Máster de Relaciones Internacionales y Diplomacia. Dentro del mundo de la Diplomacia, me gustaría dedicarme a la resolución de conflictos.

reciente

En la actualidad. Quique Rodríguez.

P: Un consejo para los futuros alumnos…

R: Si no lo tienen claro, que formen parte del proceso de selección porque ya el mismo proceso te aporta bastante a nivel personal. Creo que solamente con rellenar la solicitud y preguntarte a ti mismo alguna de las cuestiones que se plantean, ya te aporta a nivel personal algo. Todo lo que consigas a partir de ahí es un regalo. No pierdes nada por intentarlo.

Cuando me presenté en el segundo año, mi filosofía era esa, «no pierdo nada por intentarlo por segunda vez y creo que puedo conseguir una experiencia que me puede abrir un montón de puertas». Tanto la fase de solicitud como la fase final te aporta muchísimo y puedes conseguir el premio final.  

P: ¡Muchas gracias, Quique!

R: ¡Gracias a ti!

 

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